Tercera y ultima parte
Se dice que vivimos en una nueva era, que las contradicciones de la sociedad capitalista son cosas del pasado, que las contradicciones de clase no existen y que vivimos en paz. Ernesto Guevara toca este tema: “sin analizar los resultados prácticos de esta paz –pobreza, degradación, explotación creciente de enormes sectores de la humanidad- para lo cual todos nosotros hemos dicho que estamos dispuestos a pelear, debemos de preguntarnos si esta paz es real” (Mensaje a la tricontinental). En Guerra de guerrillas: Un método, Guevara menciona:
A principios del siglo pasado, los pueblos de América se liberaron del colonialismo español, pero no se liberaron de la explotación. Los latifundistas feudales asumieron la autoridad de los españoles gobernantes, los indígenas continuaron en su dolorosa explotación feudal, el hombre latinoamericano permaneció esclavo de una forma u otra, y las esperanzas mínimas del pueblo murieron bajo el poder de las oligarquías y la tiranía del capital extranjero. Esta es la verdad de América, en distintos niveles de variación. América Latina ahora esta bajo un imperialismo aun mas feroz, mas poderoso, y mas falto de escrúpulos que el imperio colonial español.
Peter H. Smith señala que el heroe de América Latina Simón Bolívar busco organizar una federación de países para confrontar el imperialismo estadounidense, pero que estos esfuerzos fallaron. Lo que ahora se conoce como el sueno bolivariano ha sido promovido por muchos luchadores latinoamericanos. Esto fue también el sueno de José Marti, el héroe independentista cubano. En “Nuestra América” también abogó por esta unidad latinoamericana en contra de su opresor estadounidense. Marti también detestaba a aquellos traidores latinoamericanos que hacían de la colaboración oportunista con los EE. UU. un gran negocio, los mismos títeres que ahora llenan las filas de los gobiernos “democráticos” en toda América Latina. La alternativa honorable se ha encontrado no en la sumisión y colaboración, sino en las culturas de resistencia conducidas por líderes como Cesar Augusto Sandino, Julio Antonio Mella y Che Guevara. José Marti señaló el camino:
Interesados en mantener aquellos imperialistas allá arriba y al español de anexarse los pueblos de nuestra América al salvaje y brutal Norte, que los ve con desden; con nuestra propia sangre estamos bloqueando su camino...He vivido dentro de la bestia y conozco sus entrañas; y mi honda es la de David (citado en Holden y Zolov).
Guevara en El Hombre y el Socialismo en Cuba también apuntan a la necesidad de la lucha directa:
La lucha por la liberación en contra de un opresor externo, la miseria que tiene sus orígenes en causas extranjeras, como la guerra cuya consecuencia hace que las clases privilegiadas caigan sobre los explotados, los movimientos de liberación que tienen como objetivo el derrocamiento de los regimenes neocoloniales, son los factores comunes en este proceso. La acción consciente hace el resto.
Para aquellos que quieren libertad de la explotación continua para los pueblos latinoamericanos la lucha directa es la única solución.
La responsabilidad de la liberación radica en la clase trabajadora revolucionaria, quien debe luchar por gobernarse a si misma a través de consejos democráticos que imposibilitarían el surgimiento de castas burocráticas que podrían estar por encima de los trabajadores. Formas de propiedad proletarias deben ser establecidas, como la colectivización de la propiedad, planeacion central y la nacionalización de los medios de producción. Workers Vanguard señala:
La teoría de la revolución permanente mantiene que en los países atrasados y empobrecidos, incluso la resolución de las cuestiones democráticas básicas como la redistribución de la tierra requiere una lucha revolucionaria para derrocar a las sangrientas burguesías, que actúan como socios minoritarios de los imperialistas rapaces. En los países neocoloniales, la única vía hacia la resolución de las tareas democráticas mas urgentes esta en la conquista del poder por la clase trabajadora, a la cabeza del campesinado y de todos los oprimidos, y la extensión de la revolución a los centros imperialistas y mas allá (Defend the gains of the Cuban revolution).
Únicamente con la unificación de la clase trabajadora Latinoamericana con la de los EE. UU. será posible el triunfo del movimiento de liberación. Este fue el análisis lanzado por la Cuarta Internacional en su “Tesis sobre el Papel Mundial del Imperialismo Americano” citado en Workers Vanguard:
Únicamente la unión de los pueblos Latinoamericano, luchando por el objetivo de unos Estado Socialistas de América, y aliados en la lucha con el proletariado revolucionario de los Estados Unidos, podrá presentar una fuerza lo suficientemente poderosa para contender exitosamente con el imperialismo Norte Americano.
La historia de Latino América en relación con los EE. UU. ha sido de confrontaciones constantes y frágil paz. La Pax Americana no puede durar para siempre porque demasiadas contradicciones continúan existiendo y expandiéndose. Las diferencias de clase continúan creciendo con la subsecuente sujeción del pueblo latinoamericano a los intereses estadounidenses. Las oligarquías domesticas actúan como meros títeres y su labor de capataces baratos no podrá ser respetado nunca por los pueblos del mundo. Únicamente pueden gobernar por medio de la fuerza. El camino adelante se encontrara en la unificación de la lucha en contra de la existente opresión y subyugación extranjera y domestica. Un resurgimiento del sueño bolivariano, que sea más acorde con los tiempos actuales se ha vuelto urgente. También es una necesidad innegable la unificación de las luchas de los pueblos estadounidenses y latinoamericanos. De esta forma ambos pueblos encontraran una paz y libertad duradera.
Se dice que vivimos en una nueva era, que las contradicciones de la sociedad capitalista son cosas del pasado, que las contradicciones de clase no existen y que vivimos en paz. Ernesto Guevara toca este tema: “sin analizar los resultados prácticos de esta paz –pobreza, degradación, explotación creciente de enormes sectores de la humanidad- para lo cual todos nosotros hemos dicho que estamos dispuestos a pelear, debemos de preguntarnos si esta paz es real” (Mensaje a la tricontinental). En Guerra de guerrillas: Un método, Guevara menciona:
A principios del siglo pasado, los pueblos de América se liberaron del colonialismo español, pero no se liberaron de la explotación. Los latifundistas feudales asumieron la autoridad de los españoles gobernantes, los indígenas continuaron en su dolorosa explotación feudal, el hombre latinoamericano permaneció esclavo de una forma u otra, y las esperanzas mínimas del pueblo murieron bajo el poder de las oligarquías y la tiranía del capital extranjero. Esta es la verdad de América, en distintos niveles de variación. América Latina ahora esta bajo un imperialismo aun mas feroz, mas poderoso, y mas falto de escrúpulos que el imperio colonial español.
Peter H. Smith señala que el heroe de América Latina Simón Bolívar busco organizar una federación de países para confrontar el imperialismo estadounidense, pero que estos esfuerzos fallaron. Lo que ahora se conoce como el sueno bolivariano ha sido promovido por muchos luchadores latinoamericanos. Esto fue también el sueno de José Marti, el héroe independentista cubano. En “Nuestra América” también abogó por esta unidad latinoamericana en contra de su opresor estadounidense. Marti también detestaba a aquellos traidores latinoamericanos que hacían de la colaboración oportunista con los EE. UU. un gran negocio, los mismos títeres que ahora llenan las filas de los gobiernos “democráticos” en toda América Latina. La alternativa honorable se ha encontrado no en la sumisión y colaboración, sino en las culturas de resistencia conducidas por líderes como Cesar Augusto Sandino, Julio Antonio Mella y Che Guevara. José Marti señaló el camino:
Interesados en mantener aquellos imperialistas allá arriba y al español de anexarse los pueblos de nuestra América al salvaje y brutal Norte, que los ve con desden; con nuestra propia sangre estamos bloqueando su camino...He vivido dentro de la bestia y conozco sus entrañas; y mi honda es la de David (citado en Holden y Zolov).
Guevara en El Hombre y el Socialismo en Cuba también apuntan a la necesidad de la lucha directa:
La lucha por la liberación en contra de un opresor externo, la miseria que tiene sus orígenes en causas extranjeras, como la guerra cuya consecuencia hace que las clases privilegiadas caigan sobre los explotados, los movimientos de liberación que tienen como objetivo el derrocamiento de los regimenes neocoloniales, son los factores comunes en este proceso. La acción consciente hace el resto.
Para aquellos que quieren libertad de la explotación continua para los pueblos latinoamericanos la lucha directa es la única solución.
La responsabilidad de la liberación radica en la clase trabajadora revolucionaria, quien debe luchar por gobernarse a si misma a través de consejos democráticos que imposibilitarían el surgimiento de castas burocráticas que podrían estar por encima de los trabajadores. Formas de propiedad proletarias deben ser establecidas, como la colectivización de la propiedad, planeacion central y la nacionalización de los medios de producción. Workers Vanguard señala:
La teoría de la revolución permanente mantiene que en los países atrasados y empobrecidos, incluso la resolución de las cuestiones democráticas básicas como la redistribución de la tierra requiere una lucha revolucionaria para derrocar a las sangrientas burguesías, que actúan como socios minoritarios de los imperialistas rapaces. En los países neocoloniales, la única vía hacia la resolución de las tareas democráticas mas urgentes esta en la conquista del poder por la clase trabajadora, a la cabeza del campesinado y de todos los oprimidos, y la extensión de la revolución a los centros imperialistas y mas allá (Defend the gains of the Cuban revolution).
Únicamente con la unificación de la clase trabajadora Latinoamericana con la de los EE. UU. será posible el triunfo del movimiento de liberación. Este fue el análisis lanzado por la Cuarta Internacional en su “Tesis sobre el Papel Mundial del Imperialismo Americano” citado en Workers Vanguard:
Únicamente la unión de los pueblos Latinoamericano, luchando por el objetivo de unos Estado Socialistas de América, y aliados en la lucha con el proletariado revolucionario de los Estados Unidos, podrá presentar una fuerza lo suficientemente poderosa para contender exitosamente con el imperialismo Norte Americano.
La historia de Latino América en relación con los EE. UU. ha sido de confrontaciones constantes y frágil paz. La Pax Americana no puede durar para siempre porque demasiadas contradicciones continúan existiendo y expandiéndose. Las diferencias de clase continúan creciendo con la subsecuente sujeción del pueblo latinoamericano a los intereses estadounidenses. Las oligarquías domesticas actúan como meros títeres y su labor de capataces baratos no podrá ser respetado nunca por los pueblos del mundo. Únicamente pueden gobernar por medio de la fuerza. El camino adelante se encontrara en la unificación de la lucha en contra de la existente opresión y subyugación extranjera y domestica. Un resurgimiento del sueño bolivariano, que sea más acorde con los tiempos actuales se ha vuelto urgente. También es una necesidad innegable la unificación de las luchas de los pueblos estadounidenses y latinoamericanos. De esta forma ambos pueblos encontraran una paz y libertad duradera.